En el fútbol base, a menudo vemos resultados abultados que no benefician a nadie. Marcadores de 15-0, 20-0… ¿Realmente esto enseña algo a los niños? 🤔 Si ganan con tanta facilidad, no mejoran. Si pierden por tanta diferencia, se desmotivan. ¿Es esto lo que queremos para nuestros pequeños futbolistas?
Juan Batlle, un joven apasionado por el deporte, ha propuesto una solución inspiradora. 🌟 Él plantea un sistema de competición basado en la igualdad, donde los equipos se enfrentan contra rivales de su nivel. ¿El objetivo? Que todos puedan competir, divertirse y aprender. Porque la mejor forma de mejorar es compitiendo contra quien te desafía, no contra quien te supera ampliamente o a quien superas sin esfuerzo.
El sistema, inspirado en el ajedrez, se adapta rápidamente: tras 3-4 semanas, los equipos encuentran su nivel ideal. Esto no solo fomenta el aprendizaje técnico, sino también el respeto, la motivación y el amor por el juego.
Como entrenadores y formadores, debemos preguntarnos: ¿Qué queremos enseñar? El fútbol base no debería enfocarse en ganar a toda costa, sino en formar jugadores y personas.
🏆 ¿Y si aplicamos esta idea al fútbol base? Así evitamos goleadas desmotivadoras y damos a cada niño la oportunidad de aprender jugando y disfrutando. Porque aquí no se trata de títulos, sino de valores.
⚽ Papá, mamá, entrenador: piensen en esto. ¿Qué lección queremos que aprendan nuestros niños en el campo?
Formemos jugadores, pero sobre todo, ¡formemos personas! 🙌