Jugar al fútbol por primera vez es un momento lleno de emoción y descubrimiento. Los nervios y la curiosidad se mezclan mientras te colocas las botas para jugar el primer partido y sientes el césped bajo tus pies.
Con el primer toque al balón, todo parece posible: la pelota se convierte en un compañero de aventuras y el campo, en un escenario donde sueñas con grandes jugadas y goles memorables.
No importa si caes o te equivocas; lo importante es la alegría de estar allí, corriendo libre, sintiendo el latido del corazón acelerado, mientras descubres la magia del fútbol por primera vez.
David Santana Rodriguez