Acabo de leer este artículo, y me resultó interesante para pasar por aquí:
El pasado sábado me invitó un buen amigo a ver el partido de fútbol de su hijo.
Está emocionado, porque su hijo ha vuelto a jugar al fútbol tras un pequeño problema médico.
Me acerqué a verlo, es alevín de segundo año. Y me pillaba relativamente cerca de casa.
Allí estaba jugando de titular, corriendo en perfectas condiciones. Me alegró verlo jugar.
Pero hubo algo que me gustó menos. Bueno, me gustó bastante menos.
Su equipo goleaba por ocho goles de diferencia. Eran muy superiores al rival. Y yo observaba que el entrenador no hacía ningún cambio. Los chicos del banquillo tiritando de frío. Y él celebrando los goles, como si fuera un partido de semifinales de Champions.
Yo pensé ¿Por qué no hará cambios? ¿Por qué sabiendo que el rival es más débil no aprovecha para que jueguen todos? ¿Por qué no se sienta tranquilamente y ve el partido, si pegar esos saltos escandalosos de alegría tras cada gol (siempre me pongo en la piel del otro equipo, el débil)?…
Terminaron 12-0. Mi amigo estaba muy contento. su hijo había jugador todo el partido.
Yo no tanto, son mis cosas…
Mi amigo me dijo: ¨Pablo te voy a presentar al entrenador de mi hijo. Dice que te conoce¨
A los 15 minutos de acabar el partido, yo veía salir algunos chicos de su equipo con cara triste…y mi sensación de ¨intervención¨ me subía por las venas.
Al rato me lo presenta. El entrenador, muy jovencito él, me dice: ¨Yo te conozco, te sigo en Twitter, me encanta lo que escribes, eres un referente para mí¨.
Yo muy educado le contesté: ¨Muchas gracias, encantado de conocerte¨.
Me preguntó: ¿Te ha gustado el partido?
Y pensé: ¨Dile la verdad, le puede venir bien para su formación dentro del fútbol base¨
¨No me he fijado mucho en el partido, había una gran diferencia entre los dos equipos, me he fijado en otras cuestiones más específicas dentro de la formación de unos chicos en edad alevín¨
Viendo que me escuchaba le comenté: ¨Perdona que me meta donde no me llaman, pero ya que me has preguntado te digo:
¿Por qué nos has aprovechado para dar minutos a todos viendo la enorme superioridad? ¿Por qué no has probado a chicos en posiciones diferentes? ¿Por qué no has sacado a los menos habituales? ¿Por qué celebrabas los goles tan efusivo, sin pensar lo mal que lo están pasando los otros niños rivales?…¨
Me contestó: ¨Porque quería golear. Quiero quedar Campeón¨
Le dije: ¨¿Y haciendo lo que te he dicho antes, crees que no ganaríais la liga?
Además todos se sentirán importantes, todos crecerán juntos, todos aprenderán a jugar en muchas posiciones…e incluso ganándote el respeto a los rivales¨
Además, le comenté, ¨el campeonato no lo ganas tú, lo ganáis todos¨
Él me dijo: ¨Creo que no me entiendes. Yo quiero quedar campeón, si o si. Si un niño juega más o menos, es su problema, esto es el fútbol¨
Yo le dije: ¨Creo que el que no entiende el fútbol base como proceso formativo, no debe de estar en el fútbol base. Lo siento. Perdona mi intromisión¨
Y me marché.
Pensé luego en el coche que no debería haberme metido en su forma de dirigir a sus niños, pero luego dije ¨si dice que me tiene como un referente, no me gusta que entienda el fútbol base como algo únicamente competitivo. Es mucho más¨
Pd
Si me lees joven amigo, lo bonito del fútbol base es formar personas, formar deportistas, hacer sentir a todos que son importantes, que entiendan el concepto de equipo, enseñarles a cómo ganar y no ganar como sea…y respetar al rival.
Dentro de unos años, esos niños no se acordarán si fueron terceros o quintos, se acordarán del entrenador que les ayudó en su formación y con el que disfrutaron jugando su deporte favorito, no siendo eternos suplentes y rechazando este bonito deporte por culpa de un entrenador que se volvía ¨loco¨ por un resultado en alevines.
FUENTE: Entrenadores pl