Así de sencillo.

Un jugador de fútbol base tiene que tener siempre buena actitud y ganas de ayudar al equipo. Es importante que se esfuerce, escuche a los entrenadores y respete a sus compañeros. La idea es mejorar cada día, pero siempre pensando en lo que es mejor para el grupo. También debe ser puntual, responsable y llevarse bien con todos, porque así el ambiente es mejor y todos disfrutan más jugando. Lo más importante es ser buen compañero, ayudar cuando haga falta y tratar a los demás con respeto.

Este debe de ser una de las claves para un buen funcionamiento, la capacidad de adaptación a un grupo, hará crecer al jugador, al entrenador pero sobre todo, al equipo.

David Santana Rodríguez

IMAGEN: Mente Millonaria

LaFutboleriaCanaria

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