Una vez detectada la función y papel del entrenador de fútbol base en categorías de formación debemos priorizar aprendizajes a través de una enseñanza de calidad antes que resultados efímeros.
El formador en etapas infantiles debe priorizar el juego, hay que enseñar a jugar al fútbol para poder competir. Al cumplir o desempeñar varias funciones para satisfacer las necesidades de los pequeños y jóvenes futbolistas su formación y preparación debe ser muy alta, para ser entrenador en fútbol base se requieren conocimientos muy amplios.
El que de medicina solo sabe, ni de medicina sabe. Trasladado esto al campo de entrenamiento seria; el que de fútbol solo sabe, ni de fútbol sabe, pero acá me voy a contradecir…. el problema es que hoy saben de todo, menos de fútbol.
Todos los niños tienen talentos, todos desarrollan una inteligencia, algunos desarrollan inteligencia lúdica, pero esa inteligencia lúdica debe convertirse en talento futbolístico y esta es una función importante del formador, ya que se necesitan de otras capacidades que no tienen nada que ver con la preparación física para convertirse en futbolista, y estas capacidades tienen que ver con el conocimiento del juego.
FUENTE: Omar Hernández – Director Técnico Profesional de Fútbol