El día que muchos de los dirigentes entiendan esto, se solucionarían muchas cosas que hoy acucian a buena parte del fútbol argentino.
Un formador es tan importante como un entrenador de un plantel profesional. No solo por el futuro de posibles futbolístas, si no porque están ayudando a formar PERSONAS. Y eso vale más que cualquier campeonato.
FUENTE: Dario Esposito