Esta es la realidad después de ganar o perder, después de un buen o mal entrenamiento, después de un gran o mal partido, después……
Todos a casa y el pensando en que hice, que hago, que haré, que puedo hacer, como lo hago, con que lo hago, como se los hago llegar, como les llega, les llegará. Siempre pensando en cómo hacer feliz a los demás, como mejorar a los demás, que herramientas usar y……..
Quien piensa en mí, como estoy, como me siento, que necesito…. Simplemente un abrazo para no sentirme solo.
Seguimos siendo «una especie rara», pero orgullosos de nuestra labor.
FELICIDADES a todos los entrenadores por el trabajo silencioso que hacemos por y para nuestro equipo.
TEXTO: David Santana Rodriguez y un amigo anónimo.