Como papá, una palabra puede dar la vuelta a un marcador…
Una expresión, un gesto
Una palmada en la espalda, una reflexión
Un silencio, un aplauso.
A veces sin decir nada, podemos decir todo.
Como papá, una mirada puede generar una explosión de confianza
Una sonrisa puede convertirse en su aliento
Un «Estoy orgulloso» puede cambiar el resultado.
Un abrazo, nunca saldra sobrando.
Como papá, debemos aprender a hablar menos y a escuchar más.
Recuerda quien es el protagonista sin que tengas que ser el villano.
Tienes que entender que no lo sabes todo y que el puede enseñarte cosas que ignoras, o que simplemente olvidaste.
Ayúdalo a pelear sus batallas, no te apoderes de ellas.
Acompañalo en su tristeza, no llores por él.
Conoce tus límites sin que sobrepases los suyos.
Has que se enamore cada vez más del juego, no que termine odiándolo.
Presta atención Papá, quizas tu hijo te esta gritando algo sin decir una sola palabra.
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FUENTE: Cancha Registrada