Que los niños, solo jueguen y disfruten.

Papás no exijan resultados y ganar campeonatos a los entrenadores de sus hijos, si lo hacen, estarán presionando al profesor de sus hijos a empezar a “trabajar mal”.

Ya que con el afán de ganar, porque el papá y la mamá de pedrito amenazan con llevarse a su hijo a otro club ganador, el profesor deja de enseñar para trasmitir a los chicos el “ganar es la prioridad”, porque no hay tiempo, si el sábado no ganan el papa deja de pagar la mensualidad. Y ya tienes un niño menos.

Entonces todos nos volvemos cómplices de un fútbol deformativo. Se inicia a priorizar entrenamientos físicos y ejercicios genéricos para una sopa instantánea, antes que la enseñanza futbolística. El fútbol formativo no es así.

En el Fútbol Base la vara para medir y determinar un gran trabajo del profesor “no es la clasificación, ni el liderato, ni mucho menos un campeonato”. Si no la evolución, la enseñanza y el aprendizaje.

🚦Entonces reflexionen papás:

Salir campeón en la liga infantil y juvenil puede tardar unos meses. (Y esto poco importa para un futuro).

Enseñar a jugar al fútbol llevará un proceso muy largo, que el entrenador y los papás deben de tener paciencia, ya que no hay varitas mágicas. (Y esto es lo más importante para el éxito deportivo individual de cada niño).

No jodamos más el fútbol formativo.

FUENTE: Omar Hernández – Director Técnico Profesional de Fútbol

LaFutboleriaCanaria

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