Formar personas, antes que jugadores.

Como entrenador de fútbol base, mi mayor preocupación y orgullo son los jugadores. Ellos son el corazón del equipo, los que me motivan, los que salen al campo con ilusión y ganas de aprender, y nuestra misión es guiarlos en este viaje formativo, tanto dentro como fuera del terreno de juego. Queremos que cada uno de ellos, además de mejorar como futbolista, crezca como persona, aprenda a trabajar en equipo, y desarrolle valores como el respeto, la perseverancia, y el compromiso.

Nuestra prioridad debe ser, la formación integral del jugador, porque el fútbol es una escuela de vida. Más allá de los resultados o de los logros individuales, trabajamos para que cada uno comprenda que lo que de verdad importa es el esfuerzo, la dedicación, y el respeto hacia sus compañeros, los rivales y los árbitros. El objetivo es que se lleven estas lecciones más allá del campo, aplicándolas en todos los ámbitos de su vida.

El cuerpo técnico debe de estar para ayudar, guiar, y acompañar a cada jugador en su desarrollo. No somos los protagonistas, solo los facilitadores de un proceso en el que los jóvenes futbolistas sean el centro. Escuchamos, apoyamos y adaptamos nuestra enseñanza a las necesidades individuales de cada uno, entendiendo que cada jugador es único y tiene su propio ritmo de aprendizaje.

Juntos, como equipo, queremos que nuestros jugadores se lleven algo más valioso que un trofeo o una victoria: el valor del esfuerzo compartido, de la superación, y del respeto mutuo. Al final, el éxito no está en el marcador, sino en las personas que se convierten al salir del campo.

Por cierto, trasmitir estos Valores en el Fútbol Base, es importante. Formar personas antes que jugadores, es una gran labor. Estoy seguro, que con esta mentalidad, el equipo crecerá en cada aspecto.

David Santana Rodríguez

LaFutboleriaCanaria

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